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Confinamiento Social (COVID-19), vivienda y habitabilidad. El proyecto [COVID-HAB].

Autor: María Teresa Cuerdo Vilches
Dra. Arquitecta. Personal de Investigación
Instituto de ciencias de la construcción Eduardo Torroja (IETcc-CSIC)
Otros autores: Ignacio Oteiza San José (Instituto de ciencias de la construcción Eduardo Torroja, IETcc-CSIC); Miguel Ángel Navas Martín (Instituto de Salud Carlos III, ISCIII).
Formato: Comunicación técnica escrita
Tipo: Científico Técnica
Temática: Calidad ambiental y salud; Energía, eficiencia y cambio climático; Renovacion urbana
ODS relacionados: Salud y bienestar, Igualdad de género, Reducción de las desigualdades, Ciudades y comunidades, Producción y consumo responsables, Alianzas para lograr los objetivos
Documentos asociados: Doc. Escrito
Resumen:
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), la habitabilidad de las viviendas condiciona la inequidad sanitaria. Mejorar sus condiciones puede salvar vidas, prevenir enfermedades y aumentar la calidad de vida (WHO, 2018a). La falta de habitabilidad básica repercute en la salud, especialmente de colectivos vulnerables. También influyen la ausencia de confort térmico y de calidad ambiental interior, pues la mala calidad del aire en interiores es el décimo factor de riesgo evitable (WHO, 2018b).
Tras declararse la pandemia global (COVID-19), se establece el confinamiento nacional como medida de salud pública, relegando a los hogares españoles durante tres meses a permanecer en un único lugar, centro neurálgico de la actividad humana. Este 'experimento' social ha supuesto un gran reto para la vivienda. El confinamiento ha generado en los hogares cambios en hábitos de uso; necesidades fortuitas y cambiantes por COVID-19; sobreexposición al ambiente interior; y consecuencias socioeconómicas, ambientales y de salud a sus ocupantes, llevando a debate las características de la vivienda y el nivel de resiliencia ante tal desafío. Sin embargo, no constan publicaciones relevantes que aborden estos aspectos desde lo técnico, social y ambiental, en contextos similares.
Por esta razón, se lanzó en pleno confinamiento el proyecto [COVID-HAB], sobre confinamiento social (COVID-19), vivienda y habitabilidad, con dos enfoques: cuantitativo (cuestionario, 1800 respuestas) y cualitativo (fotografías y testimonios, 785 respuestas). Se analiza: características generales de la vivienda; calidad de espacios; percepción de confort; alteración en hábitos de uso y ocupación; teletrabajo; equipamientos energéticos; criterios de ahorro de energía, renovables e ingresos destinados a consumo energético; y preferencias de mejora en la vivienda. El objetivo de este estudio prospectivo es identificar los efectos que han llevado a los hogares a comportarse o relacionarse con la vivienda de determinada forma, detectando carencias y preferencias de acuerdo a sus nuevas necesidades. La aproximación a esta realidad social permite diseñar estudios más robustos; evaluar el impacto del confinamiento como medida de salud pública, y el grado de resiliencia de las viviendas; así como elaborar estrategias de intervención que favorezcan la adaptabilidad de las viviendas a situaciones extremas.







Este proyecto cuenta con la financiación del Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico a través de la convocatoria pública de subvenciones a entidades del Tercer Sector para actividades de interés general consideradas de interés social en materia de investigación